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sábado, 23 de julio de 2016

CAMBIA TU ESPACIO COMERCIAL PARA GENERAR EXPERIENCIAS. Nuevas tendencias del Marketing Espacial

Es realmente una simple necesidad. Y no podemos obviar que tenemos que hacerlo. Cuando nos llegó el mundo digital nadie apostó por este nuevo medio de comunicación, que fue el que nos sacó de la crisis en el año 97, y al final hicimos caso a la realidad y nos adaptamos. Hemos creado páginas webde todo tipo, con micro-site, con app versionados para iphone y android, aceptamos ‘comunity manager’ como pulpo animal de compañía. Simplemente, nos adaptamos.
Pero nuestra realidad es tan cambiante que seguimos teniendo la necesidad de adaptarnos, y más cuando nuestro entorno inmediato va a sufrir una de las alteraciones más positivas que podíamos pensar: el Gran Hotel Miramar SL***** que nos va a llevar a posibilidades inimaginables.  Pero para esto tenemos que estar preparados.
No es posible que sigamos con los mismos instrumentos de venta que tenemos ahora; necesitamos que si entra a nuestro negocio un cliente holandés y le gusta la mesa, seamos capaces de forma ágil y sin problemas ponerla en la puerta de su casa el día que nos diga; necesitamos que si vienen a comprar piezas de fruta, les facilitemos una bolsa de papel para llevarlas con servilletas en el interior; necesitamos que si alguien tiene una urgencia médica poder atenderlo las 24 horas y que sientan la tranquilidad como si estuvieran en su país de origen.
Pero no solo se trata de clientes potenciales con una capacidad económica alta, sino también de personas que vienen a disfrutar de nuestra ciudad a la que queremos agasajar, cuidar, mimar y proteger. Son los grandes embajadores de nuestros encantos, de la mejor tierra del mundo, y tenemos que darles los argumentos necesarios.
Por eso insisto en la necesidad de cambiar, de mejorar, de crecer y adaptarnos a las nuevas circunstancias.
Adaptar nuestros establecimientos a las nuevas tendencias nos ayudará a mejorar nuestra imagen y atraer a estos nuevos clientes. La utilización de la luz, de colores corporativos, introduciendo la intencionalidad en nuestro local potenciará aún más la calidad de nuestro producto.
Pero esto no se puede improvisar, no podemos trazar una estrategia de marketing espacial de la noche a la mañana, es necesario pensar en los recorridos, en las focalizaciones, en las sensaciones. Entrar en nuestro espacio tiene que ser un experiencia para nuestros clientes.
  


FOTO 01.- La marca inglesa Mulberry también me ha sorprendido con su escaparate, presentando su característico bolso en formato "globo de helio" dorado. Una idea muy artística, original y probablemente con una producción no muy cara. 

FOTO 02.-  Nueva tienda de Céline en el Paseo de Gracia – Céline

FOTO 03.-  Vitrina de Dior, en Nueva York.  Foto de WindowsWear

FOTO 04.- Vitrina de Fendi, en Los Ángeles.  Foto de WindowsWear



sábado, 9 de julio de 2016

EL DESEO DEL LUJO ó EL LUJO DEL DESEO

Qué es lo que diferencia al lujo de cualquier otro deseo de querer. Pues es precisamente eso, el deseo.  Podemos querer muchas cosas, gustarnos, incluso ansiarlas, pero estamos seguros que todo esto es posible y que existe la posibilidad, aunque sea remota, de tenerlas algún día.  Pero el lujo no.
El segmento del lujo posee características excepcionales que voy a intentar exponer. Nos enfocaremos en la parte de producto, aunque todo ello es perfectamente aplicable al marketing de servicios. Se trata de hacer sentir al público objetivo que existe una posibilidad de poseer algo único e irrepetible.
Esta frase va a marcar la línea de las estrategias del marketing del lujo: lo que es válido para cualquier marca, no lo es para una marca de lujo.
Tenemos que tener en cuenta que la exclusividad es innegociable, parece una obviedad, pero no está de más recordar que la exclusividad debe tener un protagonismo inusitado para justificar variables como un precio elevado, incluso casi inalcanzable. El público objetivo de una marca de lujo ha de sentir la exclusividad,  no solo en cuanto a lo limitado de su oferta sino también en la barrera que supone para otros consumidores.


Otro aspecto importante es la vinculación emocional extrema que generamos en nuestro cliente. Si para cualquier producto convencional ya se trabajan las emociones, imagínate para productos de lujo. El lujo es pura emoción, puro pecado. Las implicaciones emocionales entre una marca de lujo y su perfil de consumidor justifican el status proyectado y el status deseado. La irracionalidad es fundamental en este tipo de relación.
Y por supuesto que lujo y escasez son compañeros inseparables. El target del lujo anhela proyectar su ego, tanto hacia otros amantes del lujo como a cualquier otro perfil de consumidor. La escasez potencia la exclusividad y es un elemento genial para comunicar, bien sea a nivel de unidades de producción (unidades limitadas) como a nivel de materias primas (basándonos en la dificultad de disponer de alguna realmente preciada y costosa).
El arte de la seducción debe ganar al arte del comercio, aunque de por sí lo inaccesible provoca un deseo inusitado, sobre todo en el target del lujo, es necesario jugar con la seducción. En el mundo de los productos del lujo las marcas no venden, les compran. Creo que es así de sencillo y todo ello gracias a las diversas variables que hasta ahora hemos ido comentando.
La seducción es un arte que arropa con magia, inquietud, incertidumbre, glamour y estilo a todo el proceso, incluso en la fase de creación previa del producto o en el servicio post venta.
Como último apartado, citar que la personalización de producto justifica todavía más un sobreprecio, un mayor status y nos acerca a niveles intensos de exclusividad. Digamos que es rizar el rizo. Dentro de lo inalcanzable, exagera lo exclusivo mediante la personalización genera pura unicidad y hay muchos consumidores dispuestos a pagar por ello.





FOTO 01.- Barra de Labios Jewel Giordani Gold. Creado por la diseñadora de joyas francesa Helene Courtaigne Delalande. $129.90

FOTO 02.-  GRUPO CHARTER INTERNACIONAL S.L. alquiler de yates de lujo en Ibiza. Alquiler yates Ibiza

FOTO 03.-  Vela. Vondom | Ramón Esteve Estudio

FOTO 04.- Ferrari California T, un coche que destila la incomparable elegancia y sofisticación que solo una tradición intemporal puede proporcionar.

martes, 5 de julio de 2016

La Historia del Gran Hotel Miramar SL*****

El ‘Hotel Príncipe de Asturias’ fue inaugurado en febrero de 1926 por El rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia, en su visita a Málaga en la que según cuenta las crónicas de la época realizaron múltiples actividades como la bendición de la bandera del cañonero «Cánovas del Castillo»; inauguración del monumento al comandante Benítez o la visita al Seminario en construcción.
Seis años antes, el 17 de diciembre de 1920 el arquitecto Fernando Guerrero Strachan, como apoderado de la Sociedad «Príncipe de Asturias», presentaba al alcalde los planos de un inmueble que la citada sociedad tenía el proyecto de construir un edificio destinado a hotel.
Este edificio se considera la obra cumbre del arquitecto Guerrero Strachan, que tras cinco años de construcción vio terminado su proyecto. Cabe destacar el estilo modernista de la época, combinando en su fachada principal diferentes volúmenes y cuerpos salientes, que se prolongaban en el interior del edificio, así como la presencia de arcos, que van estructurando la composición del edificio.  El uso de cerámica decorada con motivos vegetales y frutos y, en los puntos de mayor fuerza, bellos jarrones de cerámica vidriada verde y blanca, confirman la marca del autor.
Junto al mar, el hotel contará con un total de 200 distribuidas en 172 habitaciones y 28 suites con espectaculares vistas al mar. Dispondrá de un Centro de Convenciones con capacidad máxima para 700 personas y un total de 17 salones independientes con luz natural y los últimos avances audiovisuales.  Contará con cinco restaurantes, cinco espacios con increíbles vistas al mar y con varios tipos de cocina, incluyendo diferentes opciones de coctelería internacional. Piscina interior climatizada, SPA, gimnasio, sauna, cabinas de masajes… Habitaciones Distinguidas por su elegancia y refinamiento ofrecen vistas a la cuidad y cuentan con una decoración especial simbólica del Palacio de Miramar. De estilo Árabe, Mediterráneo o Modernista, conjugan diseño clásico y contemporáneo con componentes de alta categoría y los últimos avances tecnológicos para garantizar el máximo confort. Destacando las tres ‘Suite Imperial’
En resumen, 18.000 metros cuadrados en el centro de la ciudad y en primera línea de playa junto al mar, en Málaga. Un lujo.
La fachada delantera, mirando al mar, se compone de una escalera señorial de tres tramos y en el primer piso una terraza con arquería de medio punto y una barandilla corrida en toda la longitud de la tercera y cuarta planta que caracteriza de forma particular la estructura del conjunto. Un factor importante es la policromía original que presentaba el edificio. En los paramentos delanteros se combinan perfectamente el color ocre con el beige de las pilastras almohadilladas y el refuerzo de los ángulos del edificio. Las notas de color vienen dadas también por la pintura del pabellón así como por la cerámica del barandal de la terraza y los jarrones.
En su interior hay un patio cuadrado donde conviven motivos árabes y de otros estilos como el plateresco salmantino o el isabelino francés.
Fue a principios de 1930, con la llegada de la República, donde empezó a aparecer en las guías de mano de la ciudad de Málaga la denominación de ‘Hotel Miramar’, ya que con la desaparición de la monarquía era preciso adaptarse a los nuevos tiempos.
Durante la guerra civil, en 1936, el hotel fue ocupado por las tropas republicanas y transformado en Hospital de Sangre, actividad que se mantuvo posteriormente con el nombre de ‘Hospital Militar de Miramar’
Después de la guerra se retomó la actividad de Hotel, pero sin el esplendor de los primeros años.  En el año 1954 se realiza una gran reforma del mismo, incorporando cuartos de baño en todas las habitaciones, ya que hasta el momento solo existían en la planta baja del edificio.  Pero la situación económica que vivía el País y las grandes pérdidas económicas que sufría el complejo hotelero, derivaron en su cierre en el año 1967.
Tras veinte años de abandono, en 1987 se decide emprender su restauración, adaptando la edificación a una nueva actividad: Palacio de Justicia de Málaga.  Los 18.000 metros cuadrados existentes se transformaron en múltiples despacho y oficinas, salas de juico, archivo, e incluso calabozos en el sótano. Pero la Protección Arquitectónica con la que fue calificado el inmueble en el Plan General de Ordenación Urbana de Málaga hizo imposible su ampliación y mayor aprovechamiento, resultando unas instalaciones pequeñas e inadecuadas para esta actividad, que derivó en la construcción de la Ciudad de la Justicia, y el nuevo abandono del edificio.
Una vez abandonado por la Administración, el inmueble salió a Concurso Público para retornar a la actividad original que nunca debió de dejar de ser: El Hotel para el que fue diseñado por el arquitecto Fernando Guerrero Strachan. La adjudicación la gano el grupo hotelero Santos.





Foto 01
Procedencia: Archivo Fotográfico de la Dirección General de Turismo (1951-1992). Fotógrafo: Zubillaga. Fondos: Biblioteca de la Facultad de Empresa y Gestión Pública (Universidad de Zaragoza)

Foto 02
Procedencia: Archivo Fotográfico de la Dirección General de Turismo (1940-1992). Fotógrafo: Joaquín del Palacio en 1942. Fondos: Biblioteca de la Facultad de Empresa y Gestión Pública (Universidad de Zaragoza)

Foto 03
Guardado en Pinterest  por Maribel Checa Jurado


Foto 04
Guardado en Pinterest por Carlos Nadales Ortiz


Foto 05
Guardado en Pinterest por Maghia


     

sábado, 2 de julio de 2016

MARKETING ESPACIAL

No, no vamos a hablar  de viajes a la Luna, por más que se empeñen en Cabo Cañaveral de decirnos que estamos a las puertas del turismo espacial. Vamos a hablar de las relaciones que tiene nuestro espacio de trabajo, de comercio, de restauración, con nuestra imagen corporativa.

Y es que no todo vale cuando trabajamos la imagen corporativa de nuestra empresa. Hacemos especial hincapié en diferenciarnos del resto, en potenciar una marca de calidad que nos diferencia de la competencia. Aplicamos las nuevas tecnologías al desarrollo comercial: redes sociales, página web, comercio electrónico…

Pero no las aplicamos a nuestro espacio.  Siempre hago la misma pregunta cuando encuentro un elemento de decoración que más parece de la habitación de un chico rebelde que de una oficina: ¿esta fotografía del puente de San Francisco la pondrías en tu página web?  La respuesta coincide en todos los casos: no.  Pero no obstante seguimos manteniendo la fotografía en la pared.

Todo aquello que no nos ayude a vender, a convencer a nuestro cliente, a generar confianza deberíamos apartarlo de nuestro espacio de trabajo. El sol, la posición donde nos sentamos, donde se sientan nuestros trabajadores, nuestros clientes…  todo es absolutamente importante y todo se puede planificar. Y todo influye en la productividad de nuestra empresa.



Es necesario adaptarnos a nuestra imagen corporativa, a nuestra intencionalidad comercial. Por eso la ‘decoración’ no sirve en nuestras empresas. Llenar una oficina de macetas no humaniza nuestro entorno. Colocar un jarrón espectacular en la entrada de la peluquería no nos hace más modernos. Todas y cada una de nuestras acciones tienen que ir encaminadas a potenciar nuestra marca, a resaltar nuestra posición.

Y en este proceso de cambio y evolución que se está produciendo en la Malagueta, es muy importante tomar decisiones acertadas en este aspecto. Desde cuestiones generales como la organización de las diferentes zonas de venta o de las mesas de restauración, hasta el color de las paredes o el papel de las tarjetas de visita, y ni decir tiene que tenemos que estar perfectamente posicionados con la web y en las redes sociales.

Es hablar de un ‘todo’, de un conjunto, y es el momento de ponernos en manos profesionales para garantizar el resultado, para garantizar el principio del éxito a este nuevo cliente que nos proporciona el Hotel Miramar. Un cliente que puede pedir que le llevemos nuestro producto a la puerta de su casa en Finlandia, o que nos quiere realizar una transferencia en ese mismo momento, o que nos quiere pagar con el móvil. A todo esto tenemos que estar preparados.


Son nuevos tiempo, nuevas formas, nuevos espacios lo que tenemos que preparar para estar en la primera línea de salida en el momento de la inauguración del Hotel, y para ello hay que ponerse en marcha ya.


Referencias Fotográficas:
FOTO 01.- Starbucks de Amsterdam 
FOTO 02.- Francis de la Rosa. Interiorista 

FOTO 03.- Panorámica Gaby Rose

miércoles, 15 de junio de 2016

CAMBIA TU ESPACIO COMERCIAL PARA GENERAR EXPERIENCIAS.

 Nuevas tendencias del Marketing Espacial

Es realmente una simple necesidad. Y no podemos obviar que tenemos que hacerlo. Cuando nos llegó el mundo digital nadie apostó por este nuevo medio de comunicación, que fue el que nos sacó de la crisis en el año 97, y al final hicimos caso a la realidad y nos adaptamos. Hemos creado páginas web de todo tipo, con micro-site, con app versionados para iphone y android, aceptamos ‘comunity manager’ como pulpo animal de compañía. Simplemente, nos adaptamos.
Pero nuestra realidad es tan cambiante que seguimos teniendo la necesidad de adaptarnos, y más cuando nuestro entorno inmediato va a sufrir una de las alteraciones más positivas que podíamos pensar: el Gran Hotel Miramar SL***** que nos va a llevar a posibilidades inimaginables.  Pero para esto tenemos que estar preparados.
No es posible que sigamos con los mismos instrumentos de venta que tenemos ahora; necesitamos que si entra a nuestro negocio un cliente holandés y le gusta la mesa, seamos capaces de forma ágil y sin problemas ponerla en la puerta de su casa el día que nos diga; necesitamos que si vienen a comprar piezas de fruta, les facilitemos una bolsa de papel para llevarlas con servilletas en el interior; necesitamos que si alguien tiene una urgencia médica poder atenderlo las 24 horas y que sientan la tranquilidad como si estuvieran en su país de origen.

Pero no solo se trata de clientes potenciales con una capacidad económica alta, sino también de personas que vienen a disfrutar de nuestra ciudad a la que queremos agasajar, cuidar, mimar y proteger. Son los grandes embajadores de nuestros encantos, de la mejor tierra del mundo, y tenemos que darles los argumentos necesarios.
Por eso insisto en la necesidad de cambiar, de mejorar, de crecer y adaptarnos a las nuevas circunstancias.
Adaptar nuestros establecimientos a las nuevas tendencias nos ayudará a mejorar nuestra imagen y atraer a estos nuevos clientes. La utilización de la luz, de colores corporativos, introduciendo la intencionalidad en nuestro local potenciará aún más la calidad de nuestro producto.

Pero esto no se puede improvisar, no podemos trazar una estrategia de marketing espacial de la noche a la mañana, es necesario pensar en los recorridos, en las focalizaciones, en las sensaciones. Entrar en nuestro espacio tiene que ser un experiencia para nuestros clientes.