sábado, 2 de julio de 2016

MARKETING ESPACIAL

No, no vamos a hablar  de viajes a la Luna, por más que se empeñen en Cabo Cañaveral de decirnos que estamos a las puertas del turismo espacial. Vamos a hablar de las relaciones que tiene nuestro espacio de trabajo, de comercio, de restauración, con nuestra imagen corporativa.

Y es que no todo vale cuando trabajamos la imagen corporativa de nuestra empresa. Hacemos especial hincapié en diferenciarnos del resto, en potenciar una marca de calidad que nos diferencia de la competencia. Aplicamos las nuevas tecnologías al desarrollo comercial: redes sociales, página web, comercio electrónico…

Pero no las aplicamos a nuestro espacio.  Siempre hago la misma pregunta cuando encuentro un elemento de decoración que más parece de la habitación de un chico rebelde que de una oficina: ¿esta fotografía del puente de San Francisco la pondrías en tu página web?  La respuesta coincide en todos los casos: no.  Pero no obstante seguimos manteniendo la fotografía en la pared.

Todo aquello que no nos ayude a vender, a convencer a nuestro cliente, a generar confianza deberíamos apartarlo de nuestro espacio de trabajo. El sol, la posición donde nos sentamos, donde se sientan nuestros trabajadores, nuestros clientes…  todo es absolutamente importante y todo se puede planificar. Y todo influye en la productividad de nuestra empresa.



Es necesario adaptarnos a nuestra imagen corporativa, a nuestra intencionalidad comercial. Por eso la ‘decoración’ no sirve en nuestras empresas. Llenar una oficina de macetas no humaniza nuestro entorno. Colocar un jarrón espectacular en la entrada de la peluquería no nos hace más modernos. Todas y cada una de nuestras acciones tienen que ir encaminadas a potenciar nuestra marca, a resaltar nuestra posición.

Y en este proceso de cambio y evolución que se está produciendo en la Malagueta, es muy importante tomar decisiones acertadas en este aspecto. Desde cuestiones generales como la organización de las diferentes zonas de venta o de las mesas de restauración, hasta el color de las paredes o el papel de las tarjetas de visita, y ni decir tiene que tenemos que estar perfectamente posicionados con la web y en las redes sociales.

Es hablar de un ‘todo’, de un conjunto, y es el momento de ponernos en manos profesionales para garantizar el resultado, para garantizar el principio del éxito a este nuevo cliente que nos proporciona el Hotel Miramar. Un cliente que puede pedir que le llevemos nuestro producto a la puerta de su casa en Finlandia, o que nos quiere realizar una transferencia en ese mismo momento, o que nos quiere pagar con el móvil. A todo esto tenemos que estar preparados.


Son nuevos tiempo, nuevas formas, nuevos espacios lo que tenemos que preparar para estar en la primera línea de salida en el momento de la inauguración del Hotel, y para ello hay que ponerse en marcha ya.


Referencias Fotográficas:
FOTO 01.- Starbucks de Amsterdam 
FOTO 02.- Francis de la Rosa. Interiorista 

FOTO 03.- Panorámica Gaby Rose

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